Bonny and Clyde.
El rojo deja perfilado sus labios encadenados a una cara orgullosa de sí misma. El reflejo del espejo hace que penetre un poco más en su mirada; está radiante y lo sabe. Enseguida su mirada y su cuerpo caen sobre la cama, el hartazgo de su vida aflora en su pensamiento, una vida vacía en un pueblo de la América profunda, un trabajo de camarera en la, probablemente, única cafetería del pueblo. Vive en una cárcel sin rejas, ella quiere algo más, quiere una vida, quiere que su vida cuente. Que cuente para algo, que no sea vacía y anónima.
A través de su ventana observa como un hombre merodea por el coche de su madre, sus miradas se cruzan y se encuentran, no saben a dónde irán pero es el inicio de algo grande.
Es la primera película de Faye Danaway, y nos obsequia con uno de los debuts más impresionantes en la historia del cine; sensualidad por los cuatro costados unidos a una fragilidad y humanidad interior que no deja de sorprender aunque hayamos visto la peli un millón de veces. Extraordinaria.
Warren Beaty estaba confiado del éxito de la película desde que leyó el guón, y luchó con todas sus fuerzas para llevar adelante la película, quería volver a la senda del éxito después de que ‘Esplendor en la hierba’ le catapultase al olimpo de los dioses cinematográficos.
Para Warren, hemos pensado que tanto para la película como para su día a día, iría encantado con estos zapatos de doble hebilla de suela de cuero cosido a mano por manos expertas en Almansa (Albacete).
Para Faye, creemos y estamos seguros que estas sandalias planas agujereadas, le quedarían como un guante en sus pies y seguiría derrochando glamour y estilo aunque los agujeros no sean de bala. Están fabricadas con mimo y esmero en un pueblo de Zaragoza llamado Morés.
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La música nos acompaña en cada huída, es una música con el banjo como instrumento principal con acordes alegres y desenfadados. Cuando la música se centra en los sentimientos de los protagonistas, la música se vuelve más seria y un poco más triste, dándonos a entender por anticipado el final de nuestros queridos protagonistas.
‘ -Esta tarde he matado a un hombre y nos vieron. Hasta ahora nadie sabe quién eres tú, van a perseguirme a mí y a cualquiera que esté conmigo. Es un asesinato y las cosas se van a poner feas. Significas mucho para mí y no quiero que te pases la vida huyendo.
-No quiero.
-Todavía puedes encontrar un hombre rico.
-Yo no busco un hombre rico.
– No tendrás un minuto de paz.
– ¿Me lo prometes?’
No les importa saber como van a acabar; lo saben ellos y sus cómplices, unos magníficos Genne Hackman, Michael J.Pollard y Estelle Parsons, ganadora del Óscar por su interpretación en esta película.
Saboreando una magnífica manzana encuentran a un camionero averiado en el borde de la carretera. Paran al ver que es el padre del chico y con la manzana en la boca, Clyde se acerca para ayudarle. En ese momento unos pájaros rompen el silencio de la tarde, las miradas de Bonny y Clyde se cruzan por última vez… una sinfonía de disparos acribilla sus cuerpos.
Su tiempo se acabó y nació la leyenda de Bonny y Clyde.
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